Claudio Belocopitt (59) es uno de los empresarios de la salud más importantes de la República Argentina, y desde 2017 es dueño de uno de los medios más importantes del país. Según la revista Forbes Argentina, Belocopitt se encuentra dentro de los 30 argentinos más ricos, con una fortuna estimada en US$440 millones.

En 1991 inauguró la Clínica y Maternidad Suizo Argentina y desde entonces todo fue en franco ascenso. Su actualidad es más que próspera. Es dueño de varías clínicas, entre las que se encuentran Clínica Agote, Sanatorio Los Arcos, Clínica Zabala, Clínica Olivos, Clínica San Lucas, Maternidad San Lucas, Instituto Cardiológico de Buenos Aires (ICBA), ECCO Emergencias Médicas, Instituto de Salta, entre otras.

Claudio Fernando Belocopitt es además dueño de Swiss Medical Group, que con su casi millón de afiliados se ubica como una de las empresas de medicina privada más importantes. Esto lo sitúa en el podio de empresarios del sector de la salud junto a Julio Fraomeni, dueño de Galeno Argentina S.A.

El año 2016 no fue el mejor de su vida ya que comenzó a ser investigado por la justicia a causa de su aparición junto a otros ciudadanos argentinos en los Panamá Papers. La acusación fue por tener cuentas sin declarar en paraísos fiscales.

Al igual que hacen muchos otros empresarios una vez que tienen éxito en sus rubros, Belocopitt no fue la excepción, y en el año 2017 compró el 40% del paquete accionario del multimedio Grupo América.

Sobre su infancia, relata en algunas entrevistas, recuerda que cuando falleció su padre, Mauricio Belocopitt, sus socios del Hospital Metropolitano desaparecieron y que eso lo marcó para dedicarse a la industria de la salud. En esos tiempos, pasaron de estar en una posición económica privilegiada a tener que comenzar desde cero. Su madre quedó con sus dos hijos a cargo por lo que los gastos comenzaron a bajar, al igual que el nivel de vida.

A los 23 años Claudio Belocopitt se recibió de contador. Una vez recibido comenzó a trabajar en la bolsa de comercio. Allí le fue muy bien, pero sentía que eso no era lo que quería para su vida. Hasta que un día vio que en la salud faltaban clínicas-hoteles, sanatorios que parecieran más hoteles que hospitales. Gracias a su trabajo en la bolsa de comercio pudo contactar a inversores suizos y convencerlos de esa gran idea. Después vino todo lo que conocemos.